Mi herbario de salud (Maurice mességué)

Roble

Auprès de mon chêne, ja vivais heureux..., <<junto a mi roble vivía feliz...>> Esta canción de Brassens me gusta más que cualquier otra. Para mí expresa toda mostalgia del mundo, la añoranza de los benditos tiempos en los que el hombre y las plantas sabían vivir juntos - en los que los árboles eran los ojos de todos los seres vivos, un poco mágicos, frecuentados por hadas y duendecillos... Ahora ya no son más que madera que se vende. <<Pero, ¿quién os dice que no haya robles en el paraíso?>>

El rey del bosque, el roble de los druidas, el árbol sagrado de los galos, bajo el cual San Luís administraba justicia en Viencennes y que la Fontaine tuvo la desdichada idea de ridiculizar en una fábula, forzosamente tenía que poseer las mejores virtudes medicinales, En realidad, todo el mundo sabe que existen varias especies de este vegetal, unas de hoja caduca, como el roble albar y otras de hoja perenne, como la encina, el alcornoque, el carrasqueño o quejigo ...

Renuncio a dar todos los nombres vulgares que se han impuesto a este portador de bellotas, pues se cuentan por decenas. Renuncio también a idicar su distribución geográfica exacta, Basta saber que todos los robles tienen en general, propiedades terapéuticas similares y que el lector, donde quiera que se alle puede ir a coger las diferentes partes medicinales del vegetal al bosque más próximo.

Por su riqueza en tanino, el roble es esencialmente apto para cortar las hemorragias y fortalecer los tejidos atacados por traumatismos e infecciones. Lo recomiendo tanto para tratamiento interno (con prudencia) como externo (con mayor liberalidad), en todos los caoss de hemorragia (cortes, epistaxis, etc.) úlceras, vomitos de sangre, orina roja, flujos blancos, menstruación excesiva, hemorroides, incontinencia urinaria, diarreas, varices, eccemas, encias sangrantes, etcetera. ¡Confíen en el roble! ¡Confien en su fuerza! Un poco de roble constituye un excelente vendaje.

Varias hojas de este árbol e infinidad de molestias desaparecen. Recuerdo el caso de un hombre de edad avanzada al que su incontinencia urinaria afligia extraordinariamente, ya que hacía todavía una vida de sociead bastante intensa, El roble le libró de problemas. Pero son las mujeres quienes con más frecuencia encuentran en él el antídoto de muchos de sus pequeños males.

Recolección:
Del Roble se utilizan, primeramente, las hojas que se cogen en verano y se secan a la sombra para cuando llegue el mal tiempo. Después se utiliza la corteza, que se arranca del tronco en otoño o de las ramas jóvenes en primavera. Por último se utilizan las bellotas, que se recolectarán cuando estén bien maduras y que, probablemente, constutuían uno de los alimentos principales de nuestros antepasados prehistóricos.
Preparación y empleo:
Infusión y decocción
de hojas (contra hemorragias, incontinencia urinaria, diarreas, varices, etc.). Uso interno: 5 hojas tiernas o secas por litro de agua, con un puñadito de melisa, de ortiga blanca o de eucalipto (de 2 a 3 tazas al día). Uso externo (en compresas, gargarismos, pediluvios y manuluvios): 10 hojas tiernas o secas por litro de agua;
de corteza (uso interno): 5 pulgadas de corteza triturada por litro de agua (2 tazas al día).
Polvo
de corteza antihemorrágico: ingiéranse 2 cucharadas de café cada 24 horas, con miel.
Decocción
de corteza (uso externo, en compresas, contra hemorroides, grietas, dermatosis, en gargarismos contra las anginas y faringitis, en lociones, enemas, pediluvios y maniluvios): un puñado de corteza picada por litro de agua.
Bellotas
Ralladas (contra los cólicos) : un puñado de bellotas al día.
Café de bellotas
tostadas y pulverizadas: 2 tazas al día, contra los trastornos digestivos y para todas las indicaciones normales del roble (astringente, hemostático, etc.)

http://badiaverde.blogspot.com.es/2013/01/roble.html

*El material que aquí se trabaja tiene un caracter informativo. En caso de duda consúltese con un facultativo. el autor de este blog no se hace responsable de los perjuicios ocasionados por la automedicación.