Hace algun tiempo, se me ocurrió la idea de echar semillas de ortiga recogidas en la montaña, en los tiestos que tengo en casa, y la verdad es que me ha crecido de maravilla, así que ahora hay que hacer lo propio, y aprovechar este recurso tan interesante, y un buen modo de hacerlo, es precisamente el que me dispongo a explicar, osea en forma de tortilla.
Propiedades medicinales:
- Diurética, digestiva, laxante, protectora hepática, antidiabética, galactógena, hemostática, anti-arteriosclerótica, antiprostática, antianémica, para el cuidado de la piel y el cabello...
Cosas a tener en cuenta:
- Para manipularlas siempre hay que utilizar guantes.
- Una vez cortadas es preferible dejarlas reposar medio día para que vayan perdiendo los principios urticantes.
- Siempre cocerlas antes de consumirlas.
- Es recomendable utilizar solo las hojas jóvenes, ya que las viejas tienen componentes irritantes para los riñones.
- Las semillas son muy tóxicas y irritantes del sistema digestivo, por lo que no se deben ingerir.
- Hay que tener cuidado donde se recolecta (ha de ser un sitio limpio) y se ha de conocer bien la planta para saber identificarla correctamente y asi evitar posibles confusiones.
Contraindicaciones:
-Por ser una planta emenagoga y abortiva, no se debe tomar preparados que contengan ortiga en caso de embarazo, y en la lactancia tomar con precaución.
- Al crecer en suelos muy ricos en nitrógeno, tiende a concentrar nitratos en sus hojas por lo que no se debe consumir con mucha frecuencia ya que puede provocar efectos adversos.
- Está contraindicada en insuficiencia renal. Y también si se están tomando medicamentos para la hipertensión y la diabetes ya que podría influir en estas medicaciones.
La receta:
-Lo primero es cortar la cantidad de ortiga que se quiera utilizar para la tortilla.
-Lo siguiente es dejar reposar la planta al rededor de medio día para que pierda el efecto urticante.
- Una vez hecho esto conviene lavarla un poco (foto nº1)
- Lo siguiente es cocerla hasta que queda lo bastante tierna (foto nº2)
- Si se quiere, se pueden poner otros ingredientes al gusto. Yo he puesto algo de ajo y una cebolla pequeña (foto nº3)
- a continuación he empezado a freír la cebolla y el ajo (sazonar al gusto) (foto nº4).
- Al poco rato he añadido la ortiga ya escurrida a la sartén y lo he dejado todo a fuego lento para que se fuera haciendo. (foto nº5)
- Finalmente he subido un poco el fuego y le he echado los dos huevos que ya tenia batidos, he removido un poco, he esperado a que estuviera doradita y listo. (foto nº6)
He de confesar, que si bien estoy muy lejos de ser un gran chef, (por decirlo de un modo suave), las tortillas no se me dan mal del todo, y en este caso la verdad es que ha quedado muy sabrosa, así que sin duda repetiré este pequeño experimento en mas ocasiones.
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